miércoles, 18 de agosto de 2010

Buscar a Dios

Hace poco en una caricatura del periódico veía una gran limusina,conducida por un elegante chofer y con una dama muy elegante en la parte de atrás.
Esta dama traía unos potentes y modernos super binoculares. Y pensaba en volver a ver al cielo y visualizaba a Dios.
Llegado a un claro bajó rápidamente y volvió a ver el cielo con sus nuevos binoculares, escudriñando el cielo de un lado para el otro buscando ver a Dios.
Como obviamente imaginarán no vio nada y mientras caminaba triste y desilusionada hacia su limusina una pequeña flor decía: "Que pena que me busquen tanto en los lugares equivocados".
Cuántas veces nos pasa esto mismo y buscamos a Dios en todos los lugares donde no se encuentra.
Hagamos las cosas simples amigos, busquemos a Jesús en los amaneceres, en la brisa, en el latir del corazón.
Ahí se encuentra el Señor.
Y como no, en nuestro hermano.

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