martes, 2 de febrero de 2010

Día de la Candelaria

La presentación del Señor.
Jesús, la "Luz del Mundo", participa de esa luz a cada bautizado por lo que el cristiano tiene el deber de "iluminar" a los demás con la luz de Cristo.
Simeón dijo de Jesús que es "Luz para iluminar a todos los pueblos" (Lc 2, 32).
En el siglo V se comenzaron a usar las veladoras para subrayar esas palabras del profeta, dándole más colorido a la celebración, por esto la tradición llama a la fiesta de la Presentación del Señor "día de la Candelaria".
A esta fiesta se le llamó también de la Purificación de María, se celebra 40 días después del nacimiento de Jesús, cuando María y José, cumpliendo con la doble prescripción de Moisés, acuden al templo a presentar al Niño Jesús, para ofrecerlo a Dios y llevar ofrendas por la purificación de la Madre.
Cada fiesta que los cristianos celebramos nos debe llevar a un compromiso, en este caso, hemos de recordar las palabras de Jesús:
"Ustedes son luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa Así pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los cielos". (Mt. 5, 14-16)

Reflexión:
¿Qué hago con la Luz de la Fe que Dios me regaló en mi bautismo?
¿Mi vida sirve para "iluminar" a otros, evitando que caminen en la oscuridad?

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